Conseguir trabajo es, cada vez más, como pasar un examen del colegio o la universidad: Un cúmulo de preguntas estudiadas para ver si metemos la pata. Una respuesta ‘equivocada’ puede dar al traste con la entrevista en la que habíamos puesto nuestras esperanzas.
hemos recogido la opinión de los expertos para que puedas enfrentarte con éxito a las preguntas trampa más comunes que te pueden hacer durante un proceso de selección.
1.- “¿Qué conoces de nuestra empresa?”
Esta es la típica pregunta que podría abrir cualquier entrevista de trabajo y también es la mejor oportunidad para demostrar el interés por la compañía y el puesto. Para los consultores de la compañía de trabajo temporal Randstad, responder bien a esta pregunta requiere haber realizado un trabajo previo de indagación sobre la compañía a través de Internet, prensa y conocidos.
2.- “¿Qué puedes contarnos de ti mismo?”
Según los expertos del servicio de Juventud! Del sindicato UGT, esta pregunta suele aparecer al principio del encuentro y sirve para evaluar la capacidad de respuesta del candidato. Los primeros segundos son determinantes y debes aprovecharlos para demostrar de manera convincente y precisa que eres la persona que mejor responde a las expectativas.
[Te puede interesar: Las 10 preguntas más absurdas realizadas en una entrevista de trabajo]
3.- “¿Por qué has estado tanto tiempo sin trabajar?”
Joyce Lain Kennedy, experta en recursos humanos de AOL, advierte que con esta pregunta el reclutador lo que quiere saber es si hay algo que falla contigo, si se trata de un problema de actitud o si simplemente es mala suerte. Esta pregunta suele ir acompañada de una segunda parte: “¿Por qué terminaste tu anterior relación contractual?” Sé sincero y explica los motivos por los que dejaste de trabajar en tu anterior empresa.
4.- “¿Qué puedes aportar a nuestra compañía?”
Es el momento de mencionar las habilidades específicas que puedes aportar al puesto en función de tu experiencia y formación. No escatimes en explicaciones sobre tus conocimientos, capacidad de liderazgo y logros realizados en tu pasado profesional que sean de interés para el puesto al que optas.
5.- “¿Qué opinas de tus anteriores jefes?”
Cuidado con lo que respondes. Es mejor que te muerdas la lengua y optes por dar una respuesta políticamente correcta, ni muy crítica —que podría dar a entender que eres conflictivo— ni demasiado benevolente.
6.- “¿Conoces a alguien en esta empresa?”
Si alguien que trabaja en la empresa pasó tu currículum al departamento de recursos humanos, reconócelo. Si conoces a alguien que no tiene nada que ver con tu candidatura, menciónalo únicamente si estás seguro de que tiene buena reputación dentro de la compañía.
7.- “¿Prefieres trabajar solo o en equipo?”
La respuesta depende del puesto de trabajo al que optes aunque, según afirman en UGT, “generalmente la soledad no es plato de buen gusto en ninguna empresa”.
8.- “¿Cómo trabajas bajo presión?”
Sé profesional y explica que el estrés no supone ningún problema y que éste forma parte de cualquier trabajo. Explica cómo te enfrentas a las situaciones difíciles y cuáles son tus trucos para relajarte. Trata de llevar preparado un ejemplo momento tenso que hayas resuelto de manera positiva y que apoye tus palabras.
9.- “¿Tienes alguna pregunta?”
Es tu momento, aprovéchalo. El entrevistador te está dando pie a que resuelvas tus dudas, les preguntes por datos concretos o por el funcionamiento interno de la empresa. Ten cuidado de no ser demasiado incisivo.
10.- “¿Cuáles son sus aspiraciones económicas?”
Es la pregunta del millón. Todo el que se enfrenta a una entrevista es consciente de que tarde o temprano llegará el momento de hablar de dinero. Es la pregunta trampa por excelencia. Contestes lo que contestes, siempre te quedará la duda de si te has vendido demasiado barato. Por eso, lo mejor es que ellos digan cuánto están dispuestos a pagar y mostrarte siempre dispuesto a negociar.